Estamos inmersos
en el fin de los tiempos, tiempos oscuros de una decadencia perpetua de crisis
y recesión de la cual ya no saldremos más que con drásticas medidas
impopulares. A nadie le gusta usar la violencia para cambiar un sistema
corrupto hasta las trancas, pero es que a día de hoy no se vislumbra otra solución
ni salida y en el fondo por mucho que nos cabreemos estamos entre la espada y la pared y en el
fondo lo sabemos. Malvivimos a merced de
medio millón de politicuchos ladrones que están llevando a este país a cotas
inimaginables de degradación social y económica. Gente buscando de comer en
cubos de basura, pidiendo en semáforos,
supermercados e iglesias lo hemos visto siempre, pero es que como hoy, jamás en
la vida habíamos contemplado a tanta gente pasar tanta necesidad y ver tanta degradación
social y moral.
Sin embargo
puede que todavía se vea alguna luz al final del túnel, pero será a costa de
mucho sacrificio, dolor y sangre, como todo en la vida. ¿A día de hoy estamos
dispuestos a ello? ¿Estamos preparados? Sabemos que la sociedad española es
demasiado conformista e individualista para empezar una lucha revolucionaria y
además todos sabemos que los cambios nunca han sido gratuitos, les hablo de una autentica desobediencia
civil masiva, la única vía de salir de toda esta mierda y salir de una putísima
vez de la dictadura PP-PSOE y de este sistema cruel e inhumano. Esto ya lo he
comentado en anteriores entradas: la necesidad de una revolución silenciosa
pero firme para hacer cambiar un sistema político obsoleto y caduco que no
sirve más que para enriquecer a los de siempre y empobrecer y obligar a emigrar
al resto de los sufridos ciudadanos machacados de injusticias. Pero ¿Por qué que me tengo yo que ir de mi propio
país si quiero comer? A eso es a lo que nos están obligando. ¿ Y por qué lo
permitimos? ¿Tan comidos tenemos la sesera por este capitalismo neoliberal?
Solo
tenemos que tener los suficientes cojones para dar este primer paso de
liberación y regeneración democrática que todos queremos pero que no nos
atrevemos nunca a dar. Mover ficha el primero siempre es difícil pero una vez
dado no cuesta nada movilizar en masa a toda una población empobrecida y hasta
los cojones de mentiras y falsedades de un montón de sinvergüenzas. Ya lo hemos
visto en los movimientos del 15M o 25S, funcionaron mientras fueron novedad,
ahora están muertos y enterrados. Muertos porque no somos constantes y
perseverantes en la lucha y reivindicación de nuestros derechos mas básicos y
elementales y porque nos hemos dejado asustar por las sanciones económicas, represiones
policiales y demás sandeces de un sistema que nos impone agachar la cabeza y
seguir dejándonos empobrecer tal cual borregos en un corral. Cuanto más
tardemos en dar ese paso revolucionario, cuando más tardemos en dejarnos engañar y
mirar para otro lado, más nos costará en todos los sentidos regenerar un
sistema corrupto que pide a gritos una limpieza a fondo y una verdadera
regeneración demócratica.
Parece como si nos gustara ver todos los días en los medios de
comunicación las corruptelas y mierdas de toda esta chusma hija de puta ladrona.
Por mucho que nos cueste, algún día tendremos que reaccionar y decidirnos a dar
alguna vez el primer paso, porque al
final el nivel de podredumbre social será tal, será tan grande el asco y la
impotencia que suframos, será tan grande la mierda y la basura que nos hagan
tragar, será tan grande el robo y la corrupción generalizadas, será tan grande
el hambre y la injusticia social, que cuando nuestros hijos nos pidan llorando
un cacho de pan porque tengan necesidad de llevarse algo a la boca, ese día
estaremos ya dispuestos hacer cualquier cosa, pero cuidado, a lo mejor puede
que ese día sea ya demasiado tarde.