UN PROBLEMA SERIO: LA SOLEDAD DE NUESTROS MAYORES

Siempre he dicho que el nivel de vida de un país se mide por la calidad de vida que disfrutan las personas mayores. A dia de hoy son más de 8 millones las personas que superan los 65 años en España, de ellas más de un millón de estos ‘abuelos’, un 20% aproximadamente viven solos en sus casas. Muchos ancianos no reciben visitas durante meses, ni hablan con nadie durante días. Algunos tampoco pueden salir a la calle sin compañía por motivos físicos: discapacidades, movilidad reducida, viviendas sin ascensor... etc. Son personas que se han quedado solas por diversos motivos y es que en esta sociedad en la que estamos no ayuda demasiado a su bienestar, por no decir nada. También muchas de ellas prefieren quedarse solas  porque dan un gran valor a su independencia. La mayoría, sin embargo, porque no quieren molestar o no les gusta verse como paquetes que van de casa en casa de sus hijos o porque la convivencia con sus descendientes o la familia política de éstos no resulta fácil.
La soledad es uno de los problemas más graves de nuestros mayores y de nuestra sociedad. Un gran problema que naturalmente pasa totalmente desapercibido para nuestros gobernantes. La última referencia a nuestros mayores por parte del actual presidente fue para congelarles su raquítica pensión excusándose en el actual panorama económico, en el que les pedía si recordarán ustedes "un esfuerzo".

Nuestra compañía y cariño su mejor medicina.

Un informe de Cáritas sobre la situación de los mayores en España  pone de manifiesto que la mayoría se siente solo “con frecuencia”. Además, son estos mayores los que peor calidad de vida tienen. A pesar de que más del 83% tiene una casa en propiedad, éstas se encuentran mal equipadas, o necesitando una reforma amplia. Todavía muchas de ellas no poseen calefacción o teléfono que se dice pronto. Además, cerca de 2 millones de mayores viven en el umbral de la pobreza, continua  Cáritas, esto agradézcanselo a Zp y sus políticas sociales.
Y por si fuera poco hoy en día la palabra jubilación se ha convertido en sinónimo de vejez y, además, con una alta connotación negativa, ya que significa que la persona pasa a ser improductiva, innecesaria e inútil. Esto también ayuda indudablemente a aislar todavía más a este colectivo.
Por último no debemos olvidar que en esta sociedad las generaciones no se renuevan. Nacen  muy pocos niños en comparación con la gente que se va haciendo mayor, gracias a las políticas sociales de nuestros responsables políticos. En pocos años seremos un país de mayores con una calidad de vida deficiente y pobre, con una pensión asquerosa y un nivel de vida indigno de alguién que ha trabajado toda su vida pagando toda clase de impuestos. Pero lo que más pena da es que además de todo esto, estas personas no tengan a nadie con quién hablar, ni nadie quién les hable o siquiera les haga un poco de compañia para pasar con un poco de dignidad el invierno de su vida. Todos llegaremos a mayores algún día, solo es cuestión de tiempo y no nos gustará vernos impedidos y necesitados y sobre todo que nos ignoren.