Muchas
veces cuando veo imágenes de guerras, conflictos, violaciones, asesinatos, revueltas,
agresiones, revoluciones de cualquier tipo y condición, todos los acontecimientos que he podido seguir
hasta ahora y que se desarrollan casi a
diario, puedo comprobar que generalmente la
violencia, en todas sus formas conocidas, es el común denominador que utiliza
el ser humano para resolver cualquier encrucijada o diferencia.
Y no lo duda, casi a las primeras de cambio, echa mano de ella, no
falla. Siempre me he preguntado el porqué, la verdadera razón o causa por la
que preferimos hacernos daño antes que
nada, para tratar de imponer nuestras razones o convicciones. Pero ¿Por qué tratamos
de imponer y no de proponer? ¿Por qué?
Porque somos así en realidad, entonces ¿Qué nos diferencia de las
bestias? ¿Qué somos seres racionales dotados de inteligencia y dominamos toda
forma de vida?Y es que hasta utilizamos la violencia hasta con la naturaleza a
lo que luego nos disgusta y nos extraña su respuesta en forma de tifones,
huracanes, sequías, lluvias torrenciales, etc., simplemente son consecuencia de
nuestras agresiones sin sentido.
Y es que
utilizamos la violencia hasta con la religión, todo ser viviente que utiliza un
credo diferente al nuestro, en muchos países se les mata o cuando menos se les
arrincona condenándolos al ostracismo. Lamentablemente el historial de guerras
provocadas por este motivo es amplísimo a lo largo de la historia. ¿Me hace
algún mal a mí que el otro crea en otra cosa? ¿Cómo viven los cristianos en
países musulmanes? ¿Alguien lo sabe? Pero en realidad no necesitamos ninguna
excusa para ejercerla y si no las hay ya nos encargamos de fabricarlas que
hagan falta.
Yo que me
considero un antisistema convencido y declarado, estoy en contra de cualquier
forma de violencia existente aunque no dejo de reconocer que muchas veces me ha
tentado la idea de liarme a ostias si hace falta, y más con este país que no
tiene remedio ni solución. Pero no funciona ni ha funcionado nunca y si echamos
mano de la historia veremos que la violencia siempre ha engendrado más
violencia, no resolviendo nada en muchos casos o creando problemas peores. Pero
también reconozco que en gran cantidad de situaciones es casi imposible no
echar mano de ella.
Resumiendo
que nosotros el ser humano que nos autodenominamos seres inteligentes y
racionales,somos la peor amenaza existente, para nosotros mismos y para todo lo
que nos rodea. No tengo la menor duda de que si por
alguna razón nunca hubiéramos existido el mundo sería ahora más habitable,
habría otras amenazas de acuerdo o quizá otra especie dominante pero es muy
difícil que se pudiera llegar a superar nuestro nivel de violencia para con
todo y todos. Si algún día nos extinguimos el único rastro que quedará de
nosotros como paso en este mundo será basura y residuos tóxicos de cualquier
clase y condición.
El parado teniendo para tabaco y la cervecita se da por satisfecho. Lo demás le importa tres carajos.
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