Jesús de Nazaret seguramente sea uno de los
personajes históricos que más huella han dejado en el correr de los siglos. A
lo largo de la historia mucha gente ha dejado todo lo que tenía por seguirle y
vivir conforme a su palabra, por él se han librado batallas, asesinado toda
clase de personas, desvirtuado su mensaje y todavía hoy ha sido y es motivo de
discordia y polémica.
Pero al margen de si se crea en él o no, lo
cierto es que Jesús puso toda la sociedad judía de aquel entonces patas arriba.
No olvidemos que en aquel tiempo la familia era excesivamente patriarcal, el
varón primaba sobre la mujer en todos los aspectos, la mujer no tenía derecho a
nada, por no tener ni siquiera podía elegir con quién casarse. Y Jesús no solo
se rodeaba de ellas sino que además algunas
fueron discípulas suyas, como María Magdalena. Los discípulos jamás la
aceptaron como igual y todavía hoy su iglesia las margina y excluye.
Por otra parte en la Palestina de entonces
que vivía bajo la dominación romana, el pueblo sufría toda clase de impuestos y
la pobreza era generalizada. Los enfermos los había por todas partes y el judío
también los excluía porque pensaban que su enfermedad era provocada por castigo
divino debido a sus pecados. Jesús no solo no se apartó de ellos sino que según
los evangelios curó a muchos de ellos. Esto también era motivo de escándalo.
Criticó con dureza la hipocresía y falsedad
de las autoridades políticas-religiosas judías tachándolas de someter al pueblo
con toda clase de normas, tenían nada menos que 657 preceptos, mientras ellos no
hacían lo que decían. Bueno en realidad esto ha sido la norma desde siempre,
solo hay que ver la chusma carroñera actual.
En aquella sociedad terriblemente excluyente,
Jesús supo transmitir un mensaje de igualdad y fraternidad especialmente con
todos aquellos colectivos que nadie quería y todos marginaban. Sin duda fue un
adelantado a su tiempo y si viviese hoy seguramente sería tachado de
antisistema porque se rodearía como aquel entonces, de los que más sufren y
padecen, criticaría con dureza las políticas actuales de empobrecimiento masivo
y sin duda el último lugar donde estaría hoy sería en el Vaticano. Jamás en su
vida pisó un palacio, excepto en el del rey Herodes cuando lo conducían a la
cruz.
Puedo decir sin temor a equivocarme que
también se pondría de parte de los jóvenes de hoy, condenados al ostracismo,
con un 56% de paro juvenil, y que hoy muchos no solo se olvidan de este dato,
sino que se fijan convenientemente en otros colectivos violentos para esconder
su propia inoperancia en resolver este terrible problema. Son los auténticos
olvidados por los que nadie se preocupa excepto para seguir precarizándolos
todavía más en la educación y enseñanza, convirtiéndolos en borregos para la
mano de obra barata y esclava del capitalismo voraz.
También denunciaría terriblemente el estado
de la infancia, el segundo país de Europa tras Rumanía con mayor pobreza
infantil, “dejad que los niños se acerquen a mí”. Esto yo creo que es lo que
más le dolería.
Resumiendo que hoy como aquel entonces Jesús sería un
personaje incomodo, antisistema, violento, de extrema izquierda, que
seguramente intentaría “desestabilizar al estado” como dijo el otro día el
director general de la policía, vamos un elemento radical de cuidado al que
habría que vigilar. En fin como echa de menos esta gente el franquismo.
La mejor entrada que has publicado sin duda. Me ha emocionado.
ResponderEliminarSi, nos gobiernan hipócritas del Opus, que dicen obrar cristianamente, pero lo hacen satanicamente. Véase el señor Fernández Díaz, que ya tiene sobre su conciencia la muerte de 15 seres humanos en las fronteras.
Algún día amigo, acabaremos con todos ellos. Te lo prometo