sábado, 24 de mayo de 2014

UNA SOCIEDAD EN GRAVE DECADENCIA

A medida que pasan  los meses nos damos cuenta que cada vez  estamos más hundidos  en la  pobreza  en todas sus formas, moral, valores, falsedad, ruindad, hipocresía  y  que la degeneración total  de la sociedad  alcanza ya tal  nivel que es  imposible siquiera imaginar en un mínimo de esperanza para este  miserable mundo gangrenado de indiferencia. Lo podemos ver sin  ir más lejos en esta putrefacta clase política, fiel reflejo de esta sociedad decadente, cada vez más ignorante, cada vez más indiferente, cada vez más inculta, inmadura y mediocre llegando a unos límites de vergüenza ajena difícilmente soportables. Pongamos un ejemplo tonto: antes leíamos libros ahora toqueteamos el móvil. Somos una sociedad viciada y emperrada en humillarse a sí misma. La miseria moral que envuelve al hombre es tan repugnante que le hace ser principal responsable de su propia autodestrucción y por consiguiente del planeta en el que vive.



A nivel mundial la economía, el beneficio e intereses de todo tipo,  a costa de lo que sea sin importar nada ni nadie es lo que está llevando a este planeta a la mierda. Una sociedad mercantilizada  cuyo único objetivo y valor es el dinero y la buchaca de cada cual, de empresa o particular da igual  y  por este motivo es  por lo que no  tenemos ninguna esperanza de un futuro medianamente creíble encaminándonos con paso firme a la tragedia.  Hemos sustituido todo lo bueno que teníamos por un materialismo salvaje y violento,  triste ver cómo nos vamos al garete sin que nada pueda detenerlo y lo peor de todo es que esto nos da igual, el mañana de nuestros hijos o de las futuras generaciones nos la pela. Una vez más el que venga detrás que arree.




Y así nos encaminamos dignamente dilapidando vilmente todos los recursos naturales en pos del beneficio rápido y sin contemplaciones. El otro día sin ir más lejos me enteraba que los desastres climáticos en EEUU y Centroamérica iban a ser este año de tal magnitud que amenazan seriamente la vida de millones de personas.  Las avalanchas de inmigrantes desde el sur empobrecido hacia el norte opulento se multiplicarán. Centenares de personas se dejan y se dejarán la vida camino de Lampedusa sin que a nadie le importe. Aunque pongan toda clase de obstáculos, alambradas o cuchillas o se construyan muros en el mar nadie podrá impedir que el hambre y la desesperación se abran paso  ¿Se hace algo o se piensa hacer alguna cosa para paliar mínimamente los desastres que se avecinan? Todos los cataclismos que sobre nosotros se ciernen son  únicamente consecuencia de las bajezas podridas  que es de lo que está hecha el alma del hombre. Y así completamente robotizado y perdido de si mismo se  encamina sin vergüenza ni moral por la cuesta abajo que conduce al abismo irremediable de la mezquindad de una sociedad indiferente que se niega a pensar o razonar reflejando que ha caído presa de la degeneración de un sistema  que  propone la sinrazón, una vida disoluta y centrada únicamente en satisfacer placeres mundanos. Contemplen la humanidad y recreansé en ella pues es el resultado inevitable de nuestra tragedia.

1 comentario:

  1. Así es.Cada noche que salgo por Madrid lo veo con más claridad.Tremendo el agujero en el que estamos entrando y tremenda la desnaturalización y la crisis moral. Yo no sé a donde nos conduce esto,pero las últimas oportunidades para dar un giro de 180 grados a la situación,se nos diluyen como la arena de playa en mano abierta. El tiempo se agota y no se espera reacción alguna. Es el fin de Babylonia

    ResponderEliminar