ESPAÑA: PARADA Y FONDA

Poco a poco se va perfilando la España del futuro. Va cuajándose despacito pero seguro en el horno de la mediocridad nuestra industria de desarrollo e innovación tecnológica. El patio de atrás de Europa, el país de las tabernas, que a ver cual es la calle donde no hay un bar,  la escombrera del chiringuito de copas y playa está a punto de diversificar su oferta de ocio. Prepárense que vienen casinos y ruletas. Un lugar donde acamparán a sus anchas todos los más bajos vicios que posee el ser humano, prostitución, drogas, blanqueo de capitales, delincuencia y degeneración etc.  Ahora con nuestra adicción al alcohol al esférico y la fiesta donde sea, añadimos otro: la ludopatía. Otra virtud más que tendrá el español medio  y que servirá también para precarizar todavía más nuestro ya cochambroso y esclavo mercado de trabajo.

El político no solo no lo rechaza si no que lo aprueba y aplaude, “miren mi cara” decía la presidenta madrileña Espe Aguirre con una sonrisa de oreja a oreja al ser preguntada sobre este proyecto. Y como respuesta y para no ser menos el presidente catalán, que no tiene un puto chavo según dice, ahora va y nos cuenta que va a construir un montón de parques temáticos de atracciones. Y es que como ya he dicho muchas veces, no podemos evitar ser como somos. Está en nuestros genes. Lo cojonudo es que luego nos quejamos de que recorten en educación, ¿Y para que quiere usted educación? Si no va hacer falta tener estudios viendo esto. Si serán empleos de cualificación tipo KUNTA-KINTE o Tío TOM o sea que cualquier esclavo-inútil podrá desenvolverse a sus anchas en la España del futuro. Y yo pregunto ¿Entonces para qué coño tenemos universidades? Sobran, no nos hacen falta. ¿Y para que queremos formar a buenos  ingenieros, economistas, arquitectos y toda clase de licenciados? Si no hace falta ¿Para qué se nos larguen fuera y aprovechen nuestro talento otros? Así todo el mundo aborregado, hundidos en la esclavitud de nuestras miserias mentales y enfangadas hasta el cuello en la taruguez de las fiestas y las copas, frenaremos la emigración y seremos muy útiles en la España del mañana.  No necesitaremos estudiar cualquier analfabestia podrá desenvolverse bien.

Lo que ninguna cabeza pensante parece advertir sobre estos “megaproyectos” es que no son más que faraónicos pelotazos urbanísticos que enriquerecerán a unos cuantos y nos tocará pagarlos a los de siempre, como ya viene siendo habitual.  Pero en esto no cae nadie o simplemente no se quiere caer porque en el fondo nos sigue molando el negocio de la construcción, un negocio que nos ha traído a esta situación que padecemos, pero como ya digo a nadie parece importar tropezar dos veces en el mismo ladrillo.

Y así es como quieren nuestros gobernantes que seamos. Lo han querido siempre así. Solo tienen que ver nuestros últimos 50 años. Somos y hemos querido ser siempre un país de playa, chiringuito y copas. Sea por la razón que sea, no se ha querido ver más allá, o no se ha podido o no hemos sabido nunca hacer de España además de una potencia turística, que lo somos, ser además un país con un fuerte tejido industrial y tecnológico.

 Pero que quieren ustedes de un país en el que los  niños tienen que llevarse de casa la comida en tupper al colegio, o que quieren de un país que lleva mas de 30 años de atraso con respecto a Europa en ciencia e investigación, o que quieren de un país cuya juventud mas de la mitad está desempleada y la cuarta parte de ellos son “ninis”, que ni estudian ni trabajan, o que quieren de un país  que  prefiere mil veces invertir en casinos y ruletas antes que en investigación, desarrollo e innovación I+D+i.  El resultado a todo esto es ver A MAS DE 2 MILLONES  DE PERSONAS COMIENDO DE los bancos de alimentos,  ver niveles de pobreza rayando el 25,5%,  ver el incremento en más de un 44,2% con respecto al año pasado, de gente que se ha marchado fuera de España.  (Fuente INE). Y así nos va. ¿Cómo quieren generar confianza? ¿Cómo quieren que no pidamos un rescate?  ¿Cómo quieren que no suba el paro y se agrave la recesión? ¿Con esto? Es evidente que la imagen que se proyecta es la que somos, un país bananero, de putas y borrachos,  adictos a las fiestas y la juerga, donde todo el mundo desde el político o ricachón al pobre piojoso de a pie roba lo que puede y le dejan, un pobre país miserable muy poco serio del que nadie quiere fiarse  y a donde se viene a desparramar y emborracharse. Pero esto es lo que nuestros gobernantes y políticos fomentan y nosotros también con nuestro voto. Pues hala, a seguir así.  Hagan juego señores.